[ El sueño, el poeta y la mujer del caleidoscopio ]

Metido en un caleidoscopio,
perdido entre los colores,
desangrando las formas difusas
y el recuerdo de Mayo en el eco...

Dia trece, no hubo superstición,
llenó mis dias con sus ojos,
colmó mis noches con su sonrisa,
y se adueñó de mis proximos recuerdos.

El destino estaba jugando a la vuelta,
pero no pude escuchar lo que susurraba.
Dia once: disfrazamos de un te 'quiero' el adiós
y el silencio reinaba, prediciendo el caos.

Tres soles, y el miedo escondido
construyendo en la jaula de mi razón.
Finalmente, el horizonte, la tormenta,
el inevitable naufragio de sangrar.

Un batalla local, que reinaba amaneceres.
La certeza, la duda, la confusión,
el darse cuenta: "ya no me puedo mentir a mi mismo"
y la inefable tortura de la libre elección.

Palabras desbordando mi reflejo papel,
sellándose y muriendo en sobres cobardes
para hundirse en tus ansiosas pupilas
que trazan hilos en vos, para mi desconocida razón.

Y una cuenta pendiente, un sueño, un anhelo
un encuentro marcado, casualidad o no
una fecha, un lugar, y el ojo del huracán.
La última jugada del ya tirano destino...

Cerca, una vez más, tan cerca...
pero los sentimientos imponen distancias.
No puedo condicionar ya nada con el tiempo,
lo aprendí de vos, me costó entenderlo...

Y tus ojos, y tus brazos, y tu risa
otra vez hermosa, y yo ahí para cuidarte,
divisando el sueño soñado, la deuda cumplida
y después el silencio, una vez más...

Y ahora el loco poeta...
debera sangrar otra vez,
batallar nuevamente contra la escencia
de ser, de sentir, de no poder escapar de sí.
Tu risa se irá navegando de a poco
en lo que tontamente llamamos recuerdos
y es una estúpida metáfora de olvidar...

Y allá te vas, entre mis letras..
que tanto te dibujaron y tanto te extrañarán.
Hoy ya no hay asunto pendiente,
ahora podemos ser libres,
y agradecer a las vueltas del destino.

Siempre brillaré en tus colores
cuando mi vida se vista en destello.
Fotografiaré momentos, como me enseñaste.
Mi hermosa, mi infinita mujer del caleidoscopio...

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Jesús.
letargo@live.com.ar