La verdad no se aprende, se esnifa.

Hey, gente, ¿cómo va?
Hace muchísimo que no me siento a escribir tranquilo, con el propósito de compartir un poco de aquello que 'se me cruza' por... los instantes que capturo a mi manera peculiar. Observo y traduzco. ¿Qué sé yo?. Ando demasiado activo, contento; y el motivo es más que obvio para mi. Estoy conforme con los triunfos, mínimos logros que siento acumularse para conformar mi estado actual. Vivo tardes hermosas, mañanas de sol naciente, noches con recuerdos de lo transitado, más unos cuantos propósitos a conquistar. He logrado mis objetivos más próximos, voy subiendo de a poquito. Disfruto las mesetas.
Fui quitando puntos, acentuando las comas y me propuse utilizar la mejor caligrafía para escribir el presente; camino constantemente trazando mi rumbo, acompañado por personas -poco personas- sino, algo más: Entes que van más allá de lo que uno podría esperar...
¿Desde cuándo alguien había podido seguir mi ritmo? si aunque intente caminar continúo saltando. Antes esquivaba, hoy camino sobre la fisura del auto-control; consigo compartir suavidad, besar la nostalgia de lo efímero que no acaba, sin antes dejar su huella permanente. Vuelvo a la raíz de no tapar. Libero estructuras; he dejado de condicionarme...
Intento ser menos crítico y más eficaz.
Puedo traducir tantas cosas... entender sin razones aparentes. Aporto constantemente, dandome cuenta de que todo suma. SUMO, y... bueno, seré predecible: Divididos por Las Pelotas y su carencia actual, el hombre que se fue, deja un par de acordes que hoy recién muchos se dignan a oír.

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Eu, avivate: sé vos... :/
Un abrazo tardío,

Jebú.
[ Estamos tan cerca... ]
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