¿Qué son los secretos, sino la ironía de ser su propio sinónimo...?
¿Qué cabe en el deseo, si cada dos caricias te resto una ilusión?
¿De qué vale el amor, si a cada perspectiva la verás condicionada?
¿Cuánto pueden darte mis besos, si la ilusión impedirá disfrutar del momento?
¿Hay, a caso, dos mares entre la tumba y tu cama?, ¿y entre la cita y el altar?
Millones de lágrimas, sábanas mojadas. Risas fuertes, carcajadas, rodillas coloridas salpicadas con migajas que se incrustan en la piel. Un desayuno voraz, de sorpresa al despertar.
El no poder degustar más de dos horas tu mirada... La implacable rutina que sala mis heridas, condimentando la certeza de que más de lo mismo termina por no ser eficaz. Productivo es lo que logra prosperar, si bien los propósitos siempre cambiarán, hay circunstancias que uno puede amoldar... Dejar de ser vasija, y dedicarse a disfrutar; que unas cuantas golondrinas sobrevuelen tu cantar, allá en el mar, sobre la espezura de la espuma, en las olas que saludan los destellos que encandilan y enceguecen a'quel Dios de la ilusión, el maestro de la enagenación... Te doy esto, es mi ofrenda, son mil botellas con mensajes de lo que quise, y siempre pude ser. El intento que hoy no ves, es un eslabón más hacia la victoria trascendental...
[ La libertad es presa de sí, mastúrbala sin cesar y obtendrás deliciosos orgasmos de creatividad... ]
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Jesús.
letargo@live.com.ar
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