sábado, 29 de agosto de 2009

Tres jazmines y un amor...



Caminamos cerca del agua; ella danzaba. Yo, te miraba.
En un papel y con la excusa de un retrato, observé tu rostro por eternos momentos...
Tan hermosa, pura, sincera. Tus palabras atravezaron cada rincón de mi ser, cual dagas silenciosas en sublimes melodías que cortaban el aire. Faltaba el aliento, pero sobraron suspiros. Arremolinaron la nostalgia de un devenir que ya había soñado. Supieron acariciar mi alma, le otorgaron a mi vida seguridad, fuerza y coraje para seguir sonriendo mil noches más...
Este corazón palpita acelerado, como si intentara salir de mi pecho, en búsqueda de tu piel, para poder abrazarte...

Jesús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Agradeceré comentarios que aporten a lo tratado en el post. Debido a que debo verificar los comentarios antes de que sean publicados, no es necesario que intenten siquiera hacer spam o desvirtuar el tema tratado. Gracias...