[ "El virus sonámbulo" ]

La historia transcurre en el año mil doscientos treinta y uno, cuando tres campesinos esperaban que llegue la maldición. Según decían las aldeanas, una bruja había hechizado el campo, durmiendo la primavera. Congelándola en un sueño tardío.

Como toda fábula e historia, tuvo sus diferentes interpretaciones y, al ser contada una y otra vez, se le agregaban o quitaban partes. Por esta situación, hubo quien decidió formalizar la apuesta y relatar concretamente lo que sucedía. En el bar, hubieron contadas y fascinantes recetas para tal fábula.
Un atrevido gitano con ansias de guionista, hubo anotado -en sus inagotables jornadas- una charla que pudo oír durante un ocaso...:

1- ¡Ahí viene!.
2- Ay, ay...
3- Hay que decir "ay", cuando venga.
1- Ahí, ¡ahí está!.

Los tres: "¡AY!"
Acuerdo, contrato y mezcla literal. Conceptos.

¡Qué susto hubo devenido del encuentro entre los cuatro personajes!...
Gitano, libreta en mano, transcribe y decide continuar la obra. Realiza un casting, selecciona los mismos personajes del bar y el día de la presentación pasó sin mayores dificultades. Ensayaban por instinto. Repiten la obra varias veces y como un vicio, la ambición, la costumbre por la vida cara y el reconocimiento, deciden presentar la obra durante toda la temporada.

El poderoso gitano, de historia penosa... hoy se ve eclipsado en el brillo de su sombra. Del guión, escribe un libro. Es best-seller. La película no tardará en ser ideada, hoy. El guión se repite y... la ironía juega de local. Cuando ella mueve sus fichas, ¡jaque!.

Nadie se cansaba de ver la obra, por que al despertar aún estaban ahí; era de primavera y los contingentes esperaban la bruja. Rodaban entre mañanas en el teatro, el bar de la cantina, baño y butaca.

El bostezo no fue quien acabó con esta historia, sino quien inició su eterna gira al rededor del mundo, superando -incluso- al tiempo en su extensión. La historia fue un bostezo. Se contagió...

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El aburrimiento es la falta de admiración. Cuando las historias corren, se mezclan y ruedan como bolas de nieve, creciendo más y más. Enriqueciendo su caudal... arrazando con la verdad y pasando a ser un rumor escazo, susurrado, pero certero y fugaz. Bostezo recordado.

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Maldición bendita, trajo eternidad en el pueblo. Estanque estacional.
Endenes oxidados. Artista, orfebre de la superación. Valiente Dragón.
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Jebú.
[¡Pandemia Z!]