jueves, 28 de mayo de 2009

Miro hacia ese horizonte discontinuo, pálido y borroso que desborda mi mente, acaricia mis pensamientos y delimita las sensaciones que son otorgadas por mi soledad. Intento acercarme a ese paisaje, por simple curiosidad. Ingenuo y tembloroso, me arrimo sin un objetivo preciso en el que basarme para fijar mi mirada...

Observo a mi alrededor y solo veo miles de pensamientos colgados de sogas largas y blancas, encuentro razones que se suicidan, verdades que mueren de risa y mentiras que sortean al azar voluntades ajenas...
Mis pensamientos se caen.
Intento rescatarlos, pero mis intentos son en vano; se escurren entre mis dedos...
Esos pensamientos ya quedaron libres de sus ataduras blancas y ahora vuelan plenos de felicidad por los senderos de mi soledad... olvidados y buscando renovarse...intentan recobrar sus alas para tomar impulso y saltar por sobre mis propias espectativas, para volar... Buscan sobrepasar la razón, llegar al corazón y nutrirse de paciencia para seguir escalando mil y una ilusiones.
Desean morir.
Buscan renacer a cada instante. Resurgir buscando una esperanza. Una razón para darse alguna especie de ánimos y mejorar. Buscan renacer para luego remendar el error anteriormente ocasionado, conscientes de que su nuevo nacimiento implica una comprensión aún mayor de su realidad trascendente.

Se están transformando.
Evolucionan.

Es de mi naturaleza la intriga, en querer apliar mis horizontes. El querer descubrir, ser observador, ingenuo. Ser tan inquieto por dentro, pero tan pacífico por fuera; callado, sincero. Soy tímido tal vez, por esa inseguridad interna de saber que no me conozco.
La búsqueda del ser... creo que es uno de los puntos principales en el que debo basarme, para luego observar a mi alrededor, y mirar [luego 'ver'] qué es lo que estoy buscando acá, en este momento. Qué es lo que verdaderamente me beneficia y qué me degrada...

Me discutan o no, yo puedo plantear mi hipótesis de que estoy solo; vagando por mi mente, en el infinito del inconsciente. Lo que me rodea: el entorno, la base concreta y terrenal de mi existencia: eso sí me acompaña, inevitablemente, pero es efímero...
Busco un sustento, una companía irracional, surreal... que me aleje de la realidad y me lleve como un barco a la deriva...
Algo, o alguien (¿yo?) que esté en una frecuencia más o menos acorde a la natural o una que esté totalmente al vésrre y podamos debatir...


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Tengo un suelo. Busco una base. La construiré, cuando tenga ganas, no antes. Y si muero, seguiré estando, sin haber perdido mi escencia. Me reconocerás en aquello simple e infinito que componga tu vida cotidiana. Me verás deleitándome en la dulzura de una mirada, socorriendo una ilusión, desatando ideas, dando lugar a toda posibilidad. Ahi estaré 'yo'... sin serlo, siquiera. Siendo tan solo una energía...

Predicando el inconsciente, me retiro de tu mirada...

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*

Te agradezco haber pasado por acá :)
Mis mejores deseos para vos,

¡Buenas vibras!
Sé feliz, a tu manera...

Un abrazo,

Jesús...
[¿Y en qué lugar habrá consuelo para mi locura?]
letargo@live.com.ar

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