C omparto esta opinión, de acuerdo a mi "proceso creativo": En realidad, no es impulso auténtico la intención de transmitir algo en concreto; de formar, lograr, objetivizar, de concretar un destino particularmente optado. Lo planeado pierde la iniciativa del vértigo. Estás ante el abismo y el tropezón puede significar afrontarte a re-aprender o inventar el vuelo, habiendo tenido siempre las alas pero que, de confiad@, o temeros@, no te atreviste a probar.
Se trata, PARA MI, repito: de fluír... pero no en el sentido vulgar, sino ¡FLUÍR REALMENTE!, sentirse cómodo de realizar lo que uno crea necesario en el momento de catársis, descartar cualquier tamiz moral, de coherencia, de lógica e incluso hasta de poética tradicionalista. Haciendo lo que te vaya sugiriendo la obra. Existe una simbiosis. Te encontrarás ante una "gran ensalada" que te plantea el nuevo desafío de encontrar la conexión inconsciente pero tan ligada a la metáfora de ser como eslabones de una misma cosa: no tuya, no mía, sino de ésto que ves y lo que hay más allá. Lo que le da sentido para estar, negándose, siendo de este modo e interpretado de otros tantos a la vez. Como escultura contemporánea.
Jebú.
Me gustó, sí, me gustó porque comparto tu opinión y porque, simplemente, necesitaba leerlo, ahora, en este momento.
ResponderEliminarNo hay estructuras fijas, no, no hay guiones. Por lo menos no para mí. Hay impulsos. Surgen por alguna razón, eso es verdad, pero no hace falta averiguarla antes de actuar, querer tener conocimientos que aseguren que el próximo paso no será al vacío. Pero, lamentablemente, o mejor dicho, afortunadamente, nunca se sabe cuando se va a terminar el camino. Ni siquiera si creíamos haber explorado el terreno. "Fluir", dijiste vos, sí de fluir se trata. Y no se puede fluir atando lazos que nos aseguren una aparente "seguridad". No, eso no existe.
Bueno, como diría en algunos casos: flashee, ja! Ésa fue una interpretación personal pero surgió de lo que leí, así que, supongo, está permitido.
Besosss!
Agos Casale.