martes, 12 de enero de 2010

Bueh, sentando bases en la distinción de léxico hacia definición y de ésta como puente de interpretaciones, primeramente aclaro que -como algunos sabrán- en muchas ocasiones, distingo la expresión interpretativa de las palabras y su cabalismo.
Continuando con esto y a pesar de ya haberlo dicho en otros post's, continúo diciendo algo también redundante en mis textos, en donde la libertad pierde hasta su negación al momento de ser conceptualizada. Dicho esto, cualquier definición es certera, puesto que se niega y con ésto llegamos al contraste: Principio de la belleza.



Como ya he dicho, al tratar un tema, obviamente sólo se tamizan algunas ideas, mientras otras vagan errantes como ramas de ésto mismo, se crean marco de circunstancias en el lector y una eterna dislexia entre razón e instinto. Al hablar sobre Amor, podría remontarme a parábolas, metáforas (las utilizo bastante) y demás. Pero como principio, se deduce que para hablar sobre algo, se debe conocer, al menos en el instante previo de decirlo, sino relatarlo mientras se imagina, como estoy haciendo ahora mismo y vos, al leer ésto. ¿Lo ves?, somos uno acá y vos, seas del género, raza, origen, creencias, vicios, etcétera, convergemos acá, en este momento. Y en esto quiero "plantarme", para decir pasivamente que mientras una opinión se desarrolla, otras tantas son dejadas de lado, como así también el interlocutor promueve sus interpretaciones, apelaciones y expande el abanico de posibilidades. Infinitas conexiones.
En términos de vivencias, desde que uno recuerde, habrán rastros de generosidad, apego, cuidado y respeto, al menos de vos con vos mismo, sino no estarías acá. Por más que hayas atentado muchas veces contra tu vida física, contra las bases de tu estructura racional, etcétera. Eso es modificable constantemente y cuando es a voluntad se nota más, pero sucede igual y como es constante, resulta casi impredecible.
El desarrollo, es un proceso de vuelos... algunas cosas llegan, otras se alejan, otras pueden ser tomadas, pero igualmente permanecerán breves instantes hasta que la costumbre las haga parte del paisaje. Es parte de la rutina la pérdida de placer y quizá la innovación salve dicha capacidad de asombro.
En el conocimiento de las personas, radica esa riqueza... puesto que aunque, hipotéticamente hablando, llegues a conocer plenamente todos y cada uno de los aspectos, lo que dirá y/o hará dicha persona, igualmente seguirá avanzando y vos deberás ocuparte de lo tuyo, perdiendo su rastro. Al concentrarte en algo, lo demás se torna difuso. Enfoque. Pero cuando hay algo compartido y se pierde noción de ésto, los caminos llegan a ser enlazados y la constancia se vuelve rica, variable, entretenida.

Ahora, vamos al aspecto animal que nos unifica quizá, al menos en este plano dimensional... como tales, como esto, coexiste instinto (y) en nosotros, entendiblemente por nosotros, la razón y el humor. Lo externamente perceptible y aquello que resulta no tan obvio, como la percepción de hormonas y su protagonismo físico que altera, incluso, la distinción interior de aquél frente a lo que uno espera que sea. Dicho de otro modo y siendo más técnico-científico:
- Percibimos los patrones hormonales de la potencial pareja.
- Esta sensación, conlleva una reacción: liberación de otro tipo de hormonas.
- Estas hormonas, aletargan y "extienden" los momentos, provocan sensaciones de estupidez, cuesta reaccionar y todo parece perfecto. Ferpectamente perfecto.
- Al cabo de varios momentos -quizá meses, años... o no- el cuerpo se "acostumbra" a esta secreción de hormonas, como resultaría con cualquier dósis administrada controladamente, hasta que ya no se siente más el efecto -LA DIFERENCIA QUE PROVOCA-
- Entonces, "termina la etapa de enamoramiento" ... y es ahí cuando uno aprecia, reconoce y se da cuenta de aspectos mucho más objetivos en la otra persona.
- De ahí en más, corre a cuenta de quien desee o no continuar la relación. Obviamente que hay variables de cosas compartidas, el momento actual y lo planeado...

Desde otro plano de interpretación, persiste en mí una certeza que al menos me tranquiliza por que la comprendo, por que llegué a ella. Por que la comprobé, por que es entendible. La denomino "El ego como base del Amor". Es algo psico-socio-(loquesea)lógica(y no lógica)mente comprensible:

- Uno tiene aspiraciones.
- Desea realizarlas, concretar cosas.
- Desea estar gustoso con sí mismo y que lo demás también lo estén.
- Desea ser apreciado, valorado, entendido.
- Se siente orgulloso y alegre al sentirse útil...

("¿No te parece que con ésto, ya lo dije?", me digo interiormente)

Continúo siendo más específico: Si deseás realizar algo, buscarás los medios de llegar a ello, buscarás apoyo en quienes te "ayuden", quienes te distraigan cuando sea oportuno, quienes comprendan lo tuyo y aporten lo suyo. También te sentís pleno al sentirte útil para otro...

¿Eso no es Ego?, y el ego es importantísimo. Fue tildado de algo negativo por pensarse que opaca al resto ante la imágen propia, pero, ¿qué si no...?. Uno busca sobrevivir, seguir, estar, PERMANECER. Si no te fijás en vos, primero, no estás. Sos la base, por así decirlo. El uno para que haya dos...

Bueno, no es a lo que iba, pero se entiende.

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Tal vez continúe en otro post y/o edite este, agregando, quitando o modificando partes. Sólo fue mi visión en ese momento, en las circunstancias en que estoy.

Abrazo,

Jebú.
P/D: Agrego algo que bien podría ser introducido por lo primeros párrafos de este post, es que el "TE QUIERO" ya lo demuestra: Te quiero, te deseo, servís para algo que me hace sentir útil, necesario. Ego...
P/D2: Sé que muchos relacionarán esto con algo leído, así que comparto un libro de alguien a quien llegué por delirar sobre el tema y buscar más información: El señorito Erich Fromm ...

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