martes, 15 de diciembre de 2009


Hubo un tiempo en el que existía el tiempo.
(Dedicadoalosmediocres, claro que no para vos. Bueno, basta de hablarle al espejo)

Todo era concebido como nada, la valoración era sin ser. Ese mismo algo que condensaba los ciclos, infinitamente renovables, era tomado con un absolutismo irrefutable.
Finales que siempre son principios. Los mismos que se reflejaron en la sutil, pintorezca y hasta graciosa dualidad que manejaba todo hasta aquél instante en que la nueva luz tomó control sobre lo efímero y lo trasladó hacia un eterno presente. La eternidad, no fue más, como siempre.
Aquél eje se sacudió. Los polos invertidos provocaron ideas de caos en las personas. El aluvión de lágrimas sin esperanza fueron más que las inundaciones. Sin luz, muchos pocos lograron mirar. La visión del resto fue truncada, algunos cayeron de rodillas sobre el barro y las ruinas de lo que fue su morada. Cada dogma, alegremente se disolvió ante la destrucción del antiguo paradigma. Hoy se abrazan sus miradas, reconociéndose todos en uno, uno en todos. Uno al principio, solo ante sí, afrontando, defendiendo y continuando los esfuerzos de aquellos que creímos menos, por su primitivo mensaje codificado tan básicamente. Hoy comprendo y me he reído largo rato al comprender que, dentro de aproximadamente 5000 años del calendario vulgar (de 365 días de 24 horas, del sistema sexagesimal), seremos los antiguos primitivos que habitaron en chozas, cultivaron especias y se trasladaron en búsqueda de lugares menos hostiles para sobrevivir. Esos que buscaron encontrar un lenguaje adecuado que sea entendible por la mayoría, el mismo que hoy se espera, no desaparezca ni divida jamás. Sabiendo las grandes posibilidades de expresión fuera de lo hablado y escrito, mucho más lejos de las miradas y lo denominado pensamiento. Tal vez lo más cercano a lo que intento referirme, sea "telepatía" pero incluso así queda un basto trecho para expresar lo inexpresable hasta hoy. Explicar, no. Entender, ya fue. Encontrar, es. Aprender, será. Difundir, será compartir. Enlazar es la clave.

Es hermoso saberse parte de un ciclo renovable, arrazador pero redentor. Contar con la certeza de verse reflejados en plano astral sobre lo que creímos ajeno incluso a esta dimensión planetaria "real", en cada suceso hacia un mismo recomienzo del ciclo. Puedo confirmar mi fe con incontables pruebas teóricas, prácticas, sostenidas, deformadas, metaforizadas y demás. Pero sólo me vale esta inmensa alegría que haré fuerza de un eco que arrastro, el mismo que en cada grito valiente toma impulso, se reconoce a sí mismo y prosigue iluminando cada rastro de conciencia.

.
.
*

Jebú.

1 comentario:

  1. hey!! hola!! gracias por pasar por mi blog...gracias por comentar y me alegro que te guste...cambio total de imagen, no? ajajjaa!! recien veo tu comentario..gracias de nuevo...besos!

    ResponderEliminar

Agradeceré comentarios que aporten a lo tratado en el post. Debido a que debo verificar los comentarios antes de que sean publicados, no es necesario que intenten siquiera hacer spam o desvirtuar el tema tratado. Gracias...