Por mi parte, dibujo desde que tengo conciencia razonable y me parece que el dibujo, fuera de ser un medio, herramienta o método de focalizar una idea, es más bien el primer paso a la transgresión de un mensaje que ahí nace, choca contra el papel y después es decodificado por quienes lo observan, de acuerdo a su modo de entender, relacionar y percibir la energía de esa imagen que está implícita ahí.
Estoy en la facu de Bellas Artes de Córdoba y veo que la metodología de enseñanza es demasiado académica, antigua, estructurada, con normas y reglas que detienen el impulso (si fuera que lo ordenaran o canalizaran, pero no) creativo de quien se pone en estado de catársis a expresar algo...
Para mi, aclaro, no hay mejor manera de lograr una calidad óptima de dibujo que desechando todos los impedimentos prejuiciosos para con uno mismo y de lo que piense el resto. Por sobre todo esto, la técnica no es rígida, sino volátil, perfectible: No hay un modo de agarrar el lápiz, trazar, borrar, difuminar o lo que sea. Se puede ir probando, experimentando, no dejar que te sirvan las cosas "en bandeja" y pasar a vivir esta experiencia gráfica que tantos gozos nos puede brindar -si es que la sabemos aprovechar-...
Jesús.
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