Esto no es pérdida de esperanzas, no.
Tampoco sería el inicio de una derrota.
Retomando el camino voy...
sabiendo que -tú- vas a fallar.
Negando cualquier próximo intento de cercanía, sabiendome alegre de haber concluído del modo que deseaba, cuando me propuse hacerlo, aunque el sablazo no salió de mi. Hizo tambalear mi orgullo. He ahí la causa del sufrimiento. Anduve intentando darle motivo, reclamando explicaciones al repertorio infeliz de situaciones vividas, sin ser consciente de los ciclos y la renovación por experiencia.
Trabajo sucio, para quienes simpatizan de ello.
Devorando ilusiones ando,
retomando delicias aletargadas por la monotonía.
Remontando gritos sin importar el tono,
hacia quien me trajo hasta acá:
Yo mismo, armado con decisiones atemporales.
Recreando mis facetas voy,
libertando condiciones.
Caminando incluso más allá de mis alas
y el impulso del que creí, era mi final.
No te alivies, no, yo sé por qué lo digo.
Rozarán las angustias y su filo
desentonará tu melodía, incluso,
impidiendo conseguir lo anhelado,
conservar lo obtenido y revisar lo pasado.
Todo eso se nublará. Recobrará sentido mi lado presente
para con la contestación a tu crudeza.
A dos días del hecho, la lluvia trajo hacia mí el arcoiris disfrazado de metáfora. Vino de la mano sana de una musa índigo.
El viento se vio acariciado por un suspiro, palidecieron las penas
y me di cuenta de algo que sabiamente conservaré.
Jesús.
[ Ojalá que cuando vuelvas, si decidís a volver, vuelvas con la frente en alto para que lo puedas ver... ("Sin palabras" -La Vela Puerca-)]
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