Los falsos ojitos están mirando fijamente estas letras, irrespetuosos y arrogantes. Sedientos de razones. Voyeurista del dolor, profesional de la falsedad. Sonríe, sonríe, mañana será peor. :)
No sé cuantos momentos te di, pero puedo asegurar que los convirtiste en únicos.
Puse mi corazón a tu lado, sólo para que le cuentes tus sueños.
No sé cuantas gotas de lluvia habrán caído desde entonces, sólo puedo confirmar que hoy no erosionan el recuerdo de la traición. No lavarán más salitre sobre mi rostro.
Aquello se llevó mi sonrisa, ahogó mis ojos en sal y destrozó la credulidad.
Y fue este mismo puño el que con sangre juró que no se trataba de amor. El mismo que hoy recuerda la tibieza de la sangre, diluyéndose entre lágrimas y vómito.
Someterme al frio filo de la pulida belleza del metal, reflejandome'líptico, estilizado. Transpirar ante su dureza y la corrosión de la piel. Rasgar. Apretar con movimiento lateral. Respirar el aroma férrico de la que hoy corre por las venas de él, en tu interior. Amarilloblancoazul. Acá, ahora, fuera de tu vientre, la observo fluír de mis adentros, iluminando la sala con brillos carmín.
Pasá cualquier tarde por aquella esquina, la de siempre, y verás dos corazones heridos bailando sobre un charco y sanándose con esperanzas de hayar algo que se asemeje a lo pasado. Verás... verás la simpleza de dos vidas separadas. Luego me verás riéndo durante cada encuentro inesperado entre nosotros, cada vez que él te abrace.
Dejé de creer en vos la noche que dejaste de mentirme palabras de necesidad y aprecio.
Esto termina siempre, cada vez que despiertas de tu sueño. Mientras todo sigue rutinario afuera, eso se vuelve más real. Y yo... yo hube jurado que no se trataba de amor.
Jebú.
[ Hoy me da tremendo asco empírico el sonreír ]
Puse mi corazón a tu lado, sólo para que le cuentes tus sueños.
No sé cuantas gotas de lluvia habrán caído desde entonces, sólo puedo confirmar que hoy no erosionan el recuerdo de la traición. No lavarán más salitre sobre mi rostro.
Aquello se llevó mi sonrisa, ahogó mis ojos en sal y destrozó la credulidad.
Y fue este mismo puño el que con sangre juró que no se trataba de amor. El mismo que hoy recuerda la tibieza de la sangre, diluyéndose entre lágrimas y vómito.
Someterme al frio filo de la pulida belleza del metal, reflejandome'líptico, estilizado. Transpirar ante su dureza y la corrosión de la piel. Rasgar. Apretar con movimiento lateral. Respirar el aroma férrico de la que hoy corre por las venas de él, en tu interior. Amarilloblancoazul. Acá, ahora, fuera de tu vientre, la observo fluír de mis adentros, iluminando la sala con brillos carmín.
Pasá cualquier tarde por aquella esquina, la de siempre, y verás dos corazones heridos bailando sobre un charco y sanándose con esperanzas de hayar algo que se asemeje a lo pasado. Verás... verás la simpleza de dos vidas separadas. Luego me verás riéndo durante cada encuentro inesperado entre nosotros, cada vez que él te abrace.
Dejé de creer en vos la noche que dejaste de mentirme palabras de necesidad y aprecio.
Esto termina siempre, cada vez que despiertas de tu sueño. Mientras todo sigue rutinario afuera, eso se vuelve más real. Y yo... yo hube jurado que no se trataba de amor.
Jebú.
[ Hoy me da tremendo asco empírico el sonreír ]
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